En esta ocasión me decanté por la
Calle Carretas. A los pocos metros de iniciada la marcha, a mano izquierda, nos
entramos con la calle Cádiz, callejón hoy tomado por bares y restaurantes especialmente
dirigidos a extranjeros con especialidades típicas como la paella y los
mejillones. A mitad de la misma, a la derecha sale un callejón del mismo tamaño aproximadamente,
la calle de Barcelona, calle que no hace honor a la gran ciudad mediterránea,
como tampoco lo hace la de la tacita de plata, pero no hay que olvidar que
cuando se nombraron estas calles, su tamaño era menos menguado en relación a
los días que corren y las ciudades más pequeñas que lo que son hoy día. Pero
volviendo al recorrido no debemos perder la ocasión de entrar en el bar de la
esquina, así lo hice por primera vez cuando era niño de la mano de mi padre,
entrar por Cádiz y salir por Barcelona, el bar más grande del mundo rezaba la
coletilla.
lunes, 20 de agosto de 2012
Madrid, una noche de agosto
miércoles, 8 de agosto de 2012
Crepúsculo en el valle del rio Alberche.
A unos pocos kilómetros de Madrid, poco más allá de Navalcarnero, donde Felipe IV tomó a Mariana de Austria como esposa, siguiendo el curso del rio, un poco más al norte, donde la sombra señala a la Maliciosa, podemos hacer una bonita excursión por el vientre de la sierra norte de Madrid hasta coronar Navacerrada..
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