sábado, 26 de enero de 2013

Las Lecturas de Luiscar 2








            En la primera entrada de las lecturas de  LuisCar hice mención a La noche de los Lobos, de Federico Volpini. Si no me extendí, como en el caso de Indridasson o de Ignacio del Valle, fue por una buena razón. A las pocas horas de subir la entrada al blog, el Sr. Volpini, Don Federico había quedado en asistir al curso de los Cuentistas del Rabal para comentar su libro. Hubiera sido por mi parte una imprudencia, a tan solo unas horas de la visita del autor, exponer ideas que en poco tiempo podían ser contrastadas con el mismo. Pasadas las razones, vayamos al turrón, símil que en agrios tiempos de principio de año puede casar.
            La historia empieza con una incursión vikinga con secuestro de príncipe y la aparición de la ‘verdadera gente’ que aniquilan a éstos y convierten al príncipe en un anónimo entre tantos. A partir de aquí, con un verbo fácil, D. Federico nos desgrana la trayectoria de una joven que, a temprana edad, tomó las riendas de su vida en un entorno hostil, donde las luchas de poder de los adultos influían en su vida y que, gracias a su arrojo y a un collar mágico, fue capaz de llevar a buen puerto una misión para la que nadie la había llamado y el destino la había elegido. Literatura juvenil de calidad, merece la pena intentarlo.
            Vehemente, clásico en sus gustos musicales con referencias a King Crimson, hacía tanto tiempo que no me acordaba de ellos que me dio una gran excusa para retomarlos (Recomiendo especialmente Epitaph, editado en el disco In the court of Crimson King). Contrario respecto de las decisiones de la editora en cuanto al título y al montaje de la portada, se mostró claro, contundente y gran conversador. En definitiva, un buen tipo con el que se puede departir y charlar durante horas, un gran escritor que se prodiga poco.

            Además, en estos días de fiestas navideñas pasadas, he tenido oportunidad de leer algunos libros más. Aunque hace ya un par de meses que los terminé, me gustaría recordar los dos libros de Glenn Cooper, La Biblioteca de los Muertos y su continuación, El Libro de las Almas  
Partiendo de una abadía medieval en las islas del canal tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, se descubre un complejo subterráneo de salas que contienen una serie de libros, millares, en los que se relatan nombres y fechas que encadenan nombre y fecha de fallecimiento. Estos libros, que son controlados por los servicios secretos norteamericanos, dan lugar a filtraciones, usos, digamos ilícitos, y héroe que lucha por la razón y la verdad. Bien escrito, cuadrado en los enigmas que van surgiendo y bastante entretenido, quizás el problema resida en que lo inverosímil termine por ser indiferente, además de que la verosimilitud de la actuación de los servicios secretos queda lejos de lo que uno pueda imaginar. Son los malos del libro, pero no por ello han de ser tan torpes. En definitiva, un divertimento sin mayor trascendencia.
            Otro de los libros que he leído estos días lo elegí para pagar una deuda de gratitud. A principios del verano pasado me reglaron un ejemplar de El Sueño Eterno de Raymond  Chandler. No soy tan osado para comentarlo. Clásico entre clásicos, solo diré que cada frase, cada relectura, cada sentencia del Sr. Marlowe tiene el peso de una idea en sí misma. Las hijas del general diseñadas como el mejor personaje y desenlace sorprendente. Si no lo han leído, creo que están perdiendo un valioso tiempo si no están camino de la biblioteca.
            Puestos a leer clásicos, el siguiente fue Fahrenheit 451 de Ray Bradbury —surgió en la conversación con el Sr. Volpini. Esta vez fue la primera lectura. Según iba leyendo recordaba  fotogramas de la película de Truffaut que pude ver en la televisión cuando era un niño. Como norma general, de los clásicos poco se puede decir. Quizás uno deba describir mejor sus emociones al leer que analizar la calidad literaria, pues después de tantos años, tantas lecturas y tantos estudios en las universidades de todo el mundo, no voy a descubrir nada que no esté dicho, ni escrito. Pero lo que nadie habrá sentido por mí es la ansiedad, el frío, la opresión y la desesperanza de pensar y experimentar los momentos que vive el personaje en su periplo interior. La ciencia ficción no es en el fondo más que un atrezo para seguir indagando en los sentimientos y en las relaciones humanas ante casos que imaginamos diferentes a la vida cotidiana. Pasados los años desde su edición, todo lo que aparece en esta novela pudiera ser realidad, un estado opresivo, unos servicios públicos que se usan para lo contrario de lo que fueron diseñados y un desarrollo tecnológico que sólo buscar alienar a la sociedad. De verdad, ¿estos parámetros no le recuerdan a nada de lo que ocurre en nuestros días? Prometo una relectura.
            Ahora el fracaso del mes. La Niebla Herida, de Joaquín M. Barrero. He aguantado hasta la página 250. Para mí es un fracaso personal. Tengo una norma y una máxima: a cualquier libro le doy hasta la página 50 para que me enganche. Si llegado a este punto no lo ha hecho, abandono. En el caso de la Niebla Herida he sobrepasado con creces ese listón, me interesa el tema, de verdad, es inteligente y promete. ¿Cuál es el problema? En mi opinión, las divagaciones y las explicaciones sobre la guerra civil y el entorno de los personajes. Creo que no son necesarias y entorpecen el ritmo, además de distraer de la trama que es realmente interesante: el asesinato de unos niños por lo que vieron en el matadero de Madrid, y cómo, tras la emigración a Venezuela, muchos años después, se resuelve el misterio. Pero de esto ya no puedo hablar, me quedé en la página 250.
            Para resarcirme de este fracaso, he vuelto a lo seguro. Aunque no me gusta releer libros —quedan tantos por leer— mi estado de ánimo necesitaba enfrentarse con algo seguro, ya leído. Y como no, uno de mis favoritos, Arnaldur Indridasson, y puestos a repetir, qué mejor que el primero de sus libros que leí: Las Marismas.
            Es el primer libro que se editó en español de este autor islandés, si bien es el tercero de la serie del inspector Sveinsson. Espero que algún editor inteligente se atreva a traernos los dos primeros. Indridasson a través de Erlendur —forastero en la lengua original—, que para mí es tan especial, investiga en su interior y en las peculiares relaciones con su familia en entornos de casos policiales excepcionalmente desarrollados y resueltos siempre de una manera inteligente, sorpresiva y sin violencia ajena a la vida diaria de un país donde las condiciones de vida son extremadamente difíciles.  No dejéis de leerlo.
            Entre mi fracaso y la relectura de Indridasson hice una parada en el metro. Metro 2033 Leningrado, de Shimun Vrochek. Recientemente editado, forma parte de una serie llamada Universo Metro 2033, iniciada por Metro 2033, novela original de Dmitry Glukhovsky, que Editorial Planeta está tratando de introducir en nuestras casas. Este libro que alguien que me aprecia y conoce mi gusto por la ciencia ficción me propuso su lectura. Supongo que a ella ni le apetecía, ni tenía tiempo para hacerlo. La verdad, yo tampoco la imagino leyendo batallas de pulpos mutantes contra humanos supervivientes a un holocausto nuclear en estaciones de metro a oscuras e inundadas por negra agua radioactiva. Bueno, pues aunque empiece de esta manera, es un espejismo, lo que sigue es mucho mejor. Cada estación es un estado independiente, hay federaciones de estaciones, luchas por el poder entre las mismas, deseos imperialistas y una superficie poblada por bestias que han sobrevivido a la radiación y que devoran a cualquiera que decida salir a la misma.
El robo de un grupo electrógeno que abastece de energía a una estación desestabiliza el status quo de los reinos de taifas, iniciando el periplo de Iván por los túneles,  estaciones y la superficie, lugares todos ellos habitados por una completa fauna humana o no tanto, que intenta sobrevivir buscando una central nuclear que surta de energía a toda la red de metro. Radiación, bichos, plantas semi humanas,  humanos semi vegetales, humanos y un final inesperado, tampoco está tan mal. Si te gusta la ciencia ficción te lo aconsejo. 

LuisCar, enero 2013

3 comentarios:

  1. Leyendote, entran ganas de correr a la biblioteca o, quien ande bien de perras, a la librería. Parece interesante el tal Volpini.
    Enhorabuena por tu artículo.

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  2. Hola, buenas noches Luis, ¿cómo se presenta la semana? Espero que genial al igual que tu genial blog, por cierto, feliz año nuevo (con un poco de retraso jajaja).
    Tienes una página muy especial e interesante, te felicito por tu gran entrega. Me ha encantado; buen diseño, lenguaje legible, bien organizado y ameno. ¡En fin, qué más puedo decirte! Espero que sigas creciendo y que nunca abandones este espacio tan personal, recuerda que un blog es como un hijo recién nacido, crece y evoluciona con el paso del tiempo hasta convertirse en una persona de éxito y respetable, pero para ello hay que saber cuidarlo todos los días.
    Te sigo, así que seguiré visitándote siempre que tenga un tiempo libre para ver las restantes entradas y las nuevas que subas. Te deseo mucha suerte y espero que pronto subas un nuevo post para disfrutar de él.

    Si me lo permites, me gustaría invitarte a mi blog DIARIO DE UNA CHICA POSITIVA. Es un espacio personal donde expondo mi forma de ver las cosas desde un punto de vista positivo, además de subir cartas de amor, cuentos, microrrelatos, etcétera.
    http://insolitadimension.blogspot.com.es/

    Un gran abrazo desde Málaga y gracias por compartir un trocito de ti.

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  3. Estimada Melodie, se nota que eres una chica positiva. Es agradable encontar personas que son optimistas y miran hacia el futuro. Disculpa que haya tardado tanto en contestarte por que aunque miro el blog todos los días, aunque sea a través del móvil, no siempre tengo tiempo de mantener el blog al día. He aceptado tu ofrecimiento y he hecho una visita a ti blog, al cual tengo intención de seguir. Espero poder hacerlo este fin de semana . Por lo que he visto a pesar de lo joven que eres llevas bastante recorrido en este mundo por lo que si no te importa te pediré consejo en alguna cuestiones. Un abrazo muy fuerte desde Madrid y hasta pronto pues no dudo que seguiremos en contacto.Muchas gracias por tus palabras, son para mí un acicate para seguir intentando hacer algo entretenido y llegue a la mayor cantidad de personas.
    LuisCar

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